A la vuelta de la esquina. Segunda parte.

Otro resumen de enormes pequeñeces que encontramos en cualquier rinconcito de nuestras calles.

Animalitos gruñones pintados en los bloques de madera de una puerta. Calle Primavera. Barrio de
Lavapiés. Madrid.

Pajarillo en adhesivo plástico de cuadros vichy.  Encontrado en una puerta de madera de un solar del Barrio de Malasaña. Madrid.

Muñecote en la Corredera Alta de San Pablo frente a la plaza de San Ildefonso. Barrio de Malasaña. Madrid

En la Calle San Mateo. Barrio de Malasaña.

Señas de indentidad. En la calle Mejía Lequerica. Madrid.

Pajarita de colores. Calle Atocha. Madrid.

A la vuelta de la esquina. Primera parte.

Detallitos coloridos que se encuentran al elevar un poco la vista y observar las esquinas de nuestras calles.

Amiguitos de mosaico, en la Corredera Baja de San Pablo. Barrio de Malasaña. Madrid.

 

Abuelo "made in Spain", en una esquina cerca de la Calle Fuencarral. Madrid.

Ideales de belleza, junto a una clínica de estética, en la calle Espiritu Santo. Barrio de Malasaña. Madrid.

 

Cartoncillo con dibujo de un paisaje, en la Calle Libertad. Barrio de Chueca. Madrid.

 

Adornos varios. Calle Sombrerete. Barrio de Lavapiés. Madrid.

 

Muñecote con anuncio. Calle Fuencarral. Madrid.

Conejitos traviesos

Ahí están: un tanto atrevidos y desvergonzados.

Nos saludan escondidos tras las señales de tráfico, puertas, papeleras o alcantarillas.
Otras veces nos miran desafiantes, bote de spray en mano.

Y sin pudor alguno, hacen sus necesidades en la vía pública.

Todos ellos muy simpáticos -a la par que descarados- salen de vez en cuando de su madriguera y los podemos ver por las calles de Madrid.